Escuchar

El mensaje de Malaquías es como un impertinente despertador que nos sobresalta en el momento de mayor placidez de nuestro sueño. Es fácil caer en la rutina, en la costumbre del devenir diario que nos lleva al aburrimiento y al tedio. Así terminamos viviendo por inercia una simple religión muerta, cuando de repente escuchamos la voz de Malaquías que nos saca del mortal sopor. Malaquías 1:1-5.