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Dios nos envía advertencias y continuas llamadas al arrepentimiento. Cada toque de trompeta es una nueva oportunidad que Dios nos concede en su gracia. Pero hay un día en el que el tiempo de gracia terminará. El apóstol Juan nos llama urgentemente a correr en arrepentimiento al Dios misericordioso antes de que sea demasiado tarde.Apocalipsis 10 y 11.