En el pasaje de hoy encontraremos algunas sorpresas inquietantes y hasta difíciles de entender. Estamos ante un clamor humilde y a la vez apasionadamente urgente de una madre desesperada. Aparentemente Jesús ignora a esta mujer y su clamor, pero el Maestro es plenamente consciente de lo que está haciendo, aunque a nosotros nos pueda parecer incomprensible su actitud. Marcos 7:24-30.