Vemos en bastantes ocasiones que Jesús evita las multitudes, en el pasaje de hoy también lo hace. Y no lo hace porque le molesten, sino precisamente porque las ama y está buscando su beneficio. Jesús no busca la popularidad, sino que su interés se centra ahora en instruir a los doce para que ellos continúen la obra con esas multitudes a las que ahora mismo Él no puede atender. Jesús vino a servir, y no a ser recibido con aplausos. Ahora Él les hace ver que quien quiera alcanzar la cima, deberá primero bajar a las simas. Marcos 9:30-50.
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