LA SANTA CENA

La cena del Señor es una ordenanza instituida por Jesús mismo. Por tanto, no se trata de un invento humano, sino que es un memorial ordenado por el Señor. Y aunque es un acto simbólico, no por ello es menos importante, ya que no debe tomarse indignamente sin discernir el Cuerpo de Cristo. El apóstol Pablo nos advierte de que algunos están enfermos e incluso han muerto por tomarla de forma indigna. Este hecho debe conducirnos a la reflexión y al auto-examen, no para privarnos de tomarla, sino más bien para hacerlo de la manera correcta. 1 Corintios 11:23-26

CRISTO RESUCITADO, FUNDAMENTO DE NUESTRA FE

Hoy trataremos una de las doctrinas centrales del Evangelio, uno de los pilares fundamentales de nuestra fe que es la doctrina de la resurrección de Jesucristo. Para ello nos vamos a centrar en el capítulo quince de la primera carta del apóstol Pablo a los Corintios. La ciudad de Corinto era una de las más importantes de la antigua Grecia donde vivían y se reunían las grandes mentes del momento, filósofos, pensadores, artistas, matemáticos y literatos. Predominaban por entonces dos tipos de filosofías o cosmovisiones. Por un lado los epicúreos creían que el propósito de la vida era disfrutar, encontrar el mayor placer posible, lo que solía terminar en borracheras y orgías. Por otro lado estaban los platonistas, quienes consideraban que el alma era inmortal y el cuerpo era como una cárcel para el alma, así que lo que debíamos anhelar era liberarnos del cuerpo. Pablo se enfrenta a ambas visiones erróneas presentando la verdad liberadora de la resurrección. 1 Corintios 15.

UN LUGAR DE ESPERANZA

La Cena del Señor, también conocida como Santa Cena o Nuevo Pacto, no es un rito mecánico que tenemos que repetir cada cierto tiempo. Tampoco se trata de un evento mágico como piensan algunas personas. Es un memorial con un profundísimo significado para aquellos que han experimentado el nuevo nacimiento. Es una celebración gozosa y llena de vida. En nuestro patrimonio intelectual de Occidente, ‘recordar’ significa ‘retraer’: traer a la mente algo que ya no es una realidad presente. Nada podría estar más lejos de la concepción judía. Para un judío, ‘recordar’ significa participar aquí y ahora en ciertos eventos definidos en el pasado y también en el futuro. 1 Corintios 11:24-25, Lucas 22:17-20.

REUNIDOS PARA LO MEJOR

Al igual que la comunidad que se congregaba en Corinto eran de muchas naciones, pueblos y razas; de igual manera hoy nos reunimos de muchos lugares, culturas y países constituyendo un nuevo pueblo. Pero al congregarnos debemos tener claro en todo momento de qué espíritu somos. Podríamos hacerlo con una motivación completamente errónea como lo hacían los corintios a los que el apóstol Pablo escribe su carta. 1 Corintios 11:17-34.

LA LOCURA DE LA PREDICACIÓN

¿En qué cabeza cabe la extraña operación de Dios en lo relativo a nuestra salvación? Dios hizo una obra que para nosotros está en el pasado, pero con ella estaba perfeccionando nuestra salvación antes incluso de que hubiésemos nacido y, por lo tanto, hubiésemos pecado. Y es que los designios de Dios son completamente incomprensibles para la mente humana no regenerada. 1 Corintios 1:18-25.