NUESTRA FELICIDAD ES HACER LA VOLUNTAD DE DIOS

Cuando murió Moisés, Dios escogió a Josué para que lo sucediera en el liderazgo al frente del pueblo. La empresa que tenían por delante era no solo difícil, sino humanamente imposible. La conquista de la tierra prometida suponía un reto imponente para un pueblo de esclavos que no estaba entrenado para la guerra. Dios comisiona a Josué para esta tarea y le hace dos promesas para llevar a cabo tamaña hazaña. Pero también le da dos órdenes específicas. Al igual que Josué y el pueblo de Israel, nosotros también enfrentamos situaciones para las que nos vemos completamente incapacitados e impotentes. Cuando obedecemos y nos apropiamos de las promesas del Señor, comenzamos a comprender que ahí es donde está la fuente de nuestra auténtica felicidad. Josué 1:1-9

ESFUÉRZATE Y SÉ VALIENTE

La gracia es un concepto bendito de la Palabra de Dios que, sin embargo, es necesario comprender de manera correcta. El apóstol Pablo le dice a su discípulo Timoteo unas palabras que parecen una contradicción: «esfuérzate en la gracia» (2 Ti 2:1). Hoy hablamos de un hombre que comprendió esta aparente contradicción y la encarnó en su propia vida guiando así al pueblo de Dios a una gran victoria. ¿Qué es entonces esforzarse en la gracia si esta es un don que recibimos de forma inmerecida de parte de Dios? ¿En qué hemos de esforzarnos y ser valientes? Josué 1:1-9.

UN ESPÍRITU CONQUISTADOR

El anciano Caleb de edad de 85 años declara en fe que su fuerza está íntegra para conquistar la tierra, como el día que Moisés lo envió cuando era joven a reconocerla. Él recordaba bien cuando los 12 espias examinaron la tierra abundante que Dios les entregaba; pero también recordaba que, mientras unos fijaron su atención en las bendiciones y en el Dios de las bendiciones, otros en cambio lo hicieron en las dificultades y peligros que aquella albergaba. Josué 14:11-12.