LA SALVACIÓN DEL DIOS TRINIDAD

Nos hallamos ante un texto muy conocido. Se trata de una doxología, de una declaración de alabanza, de una exaltación a la salvación que hay en el Dios trino. En el griego, todos estos versículos son una sola oración de unas doscientas palabras, en la que se nos habla de la obra del Padre (vv. 3-6), del Hijo (vv. 6-12) y del Espíritu Santo (vv. 13-14) en nuestra salvación. Efesios 1.3-14.

FUERA DE TI NADA DESEO EN LA TIERRA

Una de las razones por las que sentimos ansiedad es por la mundanalidad, porque amamos las cosas creadas por encima del Creador. En el salmo 73 encontramos a un hombre que reconoce que en Dios se encuentra su más alto bien, pero antes de llegar a este punto, el salmista recorrió un peregrinaje en el que dudó de Dios, de su bondad, y en el que casi perdió la fe. Salmo 73.

EL AFÁN Y LA ANSIEDAD

La ansiedad es uno de los mayores enemigos del alma, y Jesús lo sabe; es por eso que en el sermón del monte él nos da razones en contra de la ansiedad: la vida es más que las cosas materiales, que lo que podemos ver y tocar; el Padre cuida de sus hijos; afanarnos es inútil, no consigue nada, y no demostramos no estar descansando en su gracia; el Padre sabe darnos lo que es mejor; de manera que luchamos contra la ansiedad viviendo para cosas más altas, para el reino de Dios y su justicia. Mateo 6.25-34.

EN CASA DEL ALFARERO

Dios envía al profeta Jeremías a casa del alfarero para oír sus palabras. Allí ve cómo el alfarero trabajaba sobre la rueda haciendo una vasija de barro que se echó a perder. Pero, el alfarero vuelve a hacer una nueva vasija, según le pareció mejor hacerla. En este texto vemos como toda consolación comienza escuchando la Palabra de Dios; vemos que Dios está manos a la obra, en su providencia, trabajando con su pueblo, haciendo su voluntad; y aun cuando pudiera parecer que la obra de Dios con su pueblo se echa a perder a causa del pecado, Dios lo usa para hacer algo mejor. Jeremías 18.1-6