EN EL PRINCIPIO 20 | RESTAURACIÓN

De todo el linaje de la Tierra, Dios elige a Abram, al que más tarde Dios mismo llamó Abraham, para ser el depositario de un pacto redentor. Le hace una promesa en la que Dios mismo compromete su propio honor. Dios le dará a él y a su descendencia, la descendencia según la promesa, la Tierra, un pueblo y la bendición. ¿Por qué Dios eligió a Abram si él pertenecía a un pueblo idólatra? ¿Qué seguridad tenían Abraham y sus descendientes de que ellos cumplirían su parte del trato? Génesis 12:1-8; 15:1-18.

EN EL PRINCIPIO 19 | BABEL

Tras la devastación que vino con el Diluvio Dios bendijo a la raza humana dotándola de grandes avances técnicos y artísticos. Pero nuevamente la humanidad cayó muy pronto en una decadente y blasfema autoglorificación. Nos adentramos hoy en un personaje nada baladí. Se trata de Nimrod, a quien la propia Biblia denomina como el «primer poderoso de la Tierra». Alguien que llegó a convertirse en el prototipo del hombre de pecado que aparece repetidamente a lo largo de la Escritura. Alguien que fundó dos grandes imperios, el babilonio (con la fundación de Babel) y el Asirio con el fundación de Nínive. Dos potencias que siempre fueron enemigas del pueblo de Dios. Al estudiarlo descubriremos cual es la esencia misma del pecado. Génesis 10:1-11:8.

EN EL PRINCIPIO 18 | EL AUTÉNTICO NOÉ

El relato bíblico del Diluvio es uno de los que siempre han suscitado más interés a lo largo de la Historia. Hoy lo analizaremos en base a cuatro imágenes que podrían servirnos para resumirlo y esquematizar su contenido. En la primera imagen llamada «La Creación revertida» contemplamos un enorme océano interminable coronado por un cielo oscuro cuajado de nubarrones negros. En la segunda, denominada «Un nuevo comienzo», admiramos una tierra renovada tras la inundación y un altar desde el que humea una ofrenda quemada que asciende al cielo enmarcado en un hermoso arcoíris. La tercera nos muestra la triste estampa de un Noé ebrio y se llama «Decepción». En la cuarta y última nos maravilla la contemplación de «El verdadero Noé» que instaura un tiempo nuevo de paz y justicia perdurables. Génesis 7:11-9:28.

EN EL PRINCIPIO 17 | FE VERDADERA

¿Es necesario tener una gran fe? Jesús dijo que con una fe del tamaño de un grano de mostaza sería suficiente para mover los montes. ¿Es tu fe de esa clase de fe que vence al mundo? Porque podemos tener una gran fe, pero si el objeto de nuestra fe no es el correcto, esa fe no tendrá ningún efecto en cuanto al Reino de Dios y en cuanto a nuestro destino eterno. Noé demostró tener la fe auténtica y lo sabemos por los resultados de la misma. La auténtica fe siempre nos conduce a la obediencia a Dios y produce fruto para su gloria. La verdadera fe siempre nos pone en movimiento hacia la voluntad de Dios. Examinemos, pues hoy nuestra fe. Génesis 6:11-7:24.

EN EL PRINCIPIO 16 | EL DÍA DE LA VENGANZA

No es fácil escuchar un mensaje como el de hoy y tampoco es fácil asimilarlo. Dios creó un mundo preñado de todo lo bueno y deseable, pero la humanidad transformó ese Edén en un manicomio lleno de podredumbre, maldad y violencia. Así trazamos nuestro propio camino abandonando la senda que Dios mismo nos había trazado. El triste y lamentable resultado fue que nos convertimos en un peligro, no solo para nuestra especie, sino para toda la Creación. Al perder el respeto por Dios, el hombre se convirtió en «un lobo para el hombre». Y la Escritura nos alerta constantemente de que habrá un día de venganza y retribución. Dios hará justicia porque no puede dar por inocente al culpable. Su propia santidad le lleva a ello. ¿Dónde, pues, podemos encontrar refugio para ese día? Génesis 6:11-13.

EN EL PRINCIPIO 15 | APOSTASÍA

El pasaje que entramos a analizar hoy contiene varios temas difíciles de explicar y para los cuales puede haber varias posibles interpretaciones. Pero más allá de lo puramente anecdótico, aprendemos acerca de un peligro siempre latente en el pueblo de Dios. Cuando el corazón no está bien arraigado en la Palabra de Dios y en el amor genuino y agradecido a Él, es fácil deslizarse por esta senda que conduce inexorablemente a la perdición. Génesis 5:28-6:8.

EN EL PRINCIPIO 14 | NUESTRA MISERIA FRENTE A SU GRACIA

Tras acabar con la vida de su hermano de forma cobarde y calculada, Caín recibe la dura sentencia de Dios por su grave pecado. Pero en lugar de aceptar y acatar con humildad el justo y misericordioso juicio de Dios, Caín se queja de la dureza del mismo. No obstante, Dios vuelve a prolongar su paciencia y su misericordia sobre Caín y sobre su descendencia dotándolos de dones y talentos que les permiten desarrollar la civilización a pasos agigantados. Así Dios se nos revela una y otra vez como el Dios de las segundas oportunidades. Génesis 4:13-26.

EN EL PRINCIPIO 13 | EL VENGADOR DE LA SANGRE Y EL ABORTO

La vida humana es sagrada, según revela Dios mismo en su santa Palabra. El sexto mandamiento del Decálogo que Dios le entregó a Moisés así lo atestigua. Pero mucho antes ya Dios había sentenciado la inviolabilidad de la vida humana en el pacto que hizo con Noé después del Diluvio. Sin embargo, hoy hay un grito que se eleva desde el suelo hasta el cielo. La sangre de millones de inocentes clama por justicia. Génesis 4:8-12.

EN EL PRINCIPIO 12 | EL PECADO ESTÁ ACECHANDO

Cada persona en la Tierra anhela alcanzar gloria, honra e inmortalidad, y ese es un deseo sano e innato en todo ser humano. Pero la humanidad ha intentado alcanzarlos de la manera equivocada una y otra vez, siendo así incapaz de llegar a estas bendiciones que nos proporcionarían la dicha y el significado que todos deseamos. La Biblia nos enseña que tenemos un enemigo tenaz que nos espera agazapado en cada esquina esperando a atacarnos y así frustrar todos nuestros intentos de alcanzar la felicidad que anhelamos. Génesis 4:1-12.

EN EL PRINCIPIO 11 | LA ENVIDIA Y EL EVANGELIO

Después de la caída de Adán y Eva, la Palabra nos cuenta el primer fruto amargo producido por esa caída. La ofrenda que Caín trajo a Dios no fue aceptada con agrado y esto reveló lo que había en el corazón de Caín. ¿Dónde está el origen del pecado de Caín que causó que su ofrenda no fuese bien recibida? Es importante, fundamental ir a la raíz de los problemas, porque si solo tratamos los síntomas, nunca acabaremos con con la fuente que los provoca. En cambio, Abel trajo su ofrenda a Dios en obediencia y en fe. Y es que Dios no recibe cualquier clase de culto. Génesis 4:1-7.