HAZ FIRME TU VOCACIÓN 7

“… vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.” 2ª Pedro 1.5-7

¿Qué es exactamente el amor? El amor cristiano es la gracia implantada por Dios en nuestro corazón para apreciar, desear y buscar a Dios por sí mismo (no como un medio, sino como el bien último y total) y al prójimo y a uno mismo por causa de Dios. Amar a Dios por Dios y al prójimo por Dios. Eso es ágape.

HAZ FIRME TU VOCACIÓN 5

“… vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia;”
2ª Pedro 1:5-6

¿Qué es la paciencia? ¿Cuál es su naturaleza? La paciencia es esa virtud que nos capacita para soportar circunstancias que nos son adversas con un ánimo tranquilo de manera que podemos persistir, seguir en la senda del bien. Es una tolerancia voluntaria, un aguante alegre, no pasivo, no es resignación, es una tenacidad resuelta, una constancia preñada de esperanza. La paciencia implica que hay males, hay penas, cargas que hacen sufrir a una persona pero que no la vencen, que no la desalientan. La paciencia implica presión, pero que es asumida voluntaria y alegremente. El paciente es el que no huye sino que se comporta dignamente en el sufrimiento. ¿Sufren los pacientes? Por supuesto, pero soportan el camino con entereza anticipando el gozo que les espera.

HAZ FIRME TU VOCACIÓN 4

… vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio;” 2ª Pedro 1.5-6

¿Qué es el dominio propio? Es esa virtud que nos da control sobre nuestras propias pasiones, nuestras inclinaciones, deseos y pasiones. Sostenemos un combate sin tregua contra impulsos pecaminosos que bullen dentro de nosotros: “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.” (Stg. 1.13-14).

HAZ FIRME TU VOCACIÓN 3

“… vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;” 2 Pedro 1.5

¿Qué es el conocimiento? Hay diferentes tipos de conocimiento.

1) Tener conciencia de un hecho sin que haga mella en nuestra vida, sin que nos afecte; hay quienes saben que “Dios es”, pero eso no les cambia.

2) Conocimiento teórico que recopila datos. Algunos saben cosas acerca de Dios que son ciertas, saben que Él es uno y trino, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que el Hijo se encarnó y vino a esta tierra …

3) Conocimiento experimental, sabemos algo porque lo hemos vivido en nuestras propias carnes, porque nos ha acontecido algo; algunos pueden tener esta clase de conocimiento de Dios, haber tenido experiencias con Dios de experimentar su sanidad pero aun así no tener un conocimiento salvador.

En este pasaje, Pedro incluye todos estos tipos de conocimientos pero va aun más allá.

HAZ FIRME TU VOCACIÓN 2

Hay bendiciones ciertísimas para el cristiano, pero este puede vivir como si no las tuviera. Necesitamos espolear nuestros corazones al crecimiento. Disciplinarnos para experimentar la vida abundante, la gracia y la paz. Así que, lo primero que se nos pide es añadir a nuestra fe virtud. Pero, ¿qué es la virtud?, o ¿cómo puedo crecer en virtud?

HAZ FIRME TU VOCACIÓN 1

Al final de cada año solemos hacer balance, evaluamos la vida, hacemos propósitos de enmienda, aceptamos nuevos retos para los meses por venir y es habitual que nos fijemos nuevas metas. Necesitamos medir si estamos viviendo con sabiduría o estamos malgastando nuestras fuerzas. El Señor nos urge para que hagamos ajustes radicales en nuestras vidas. Necesitamos tomar decisiones firmes ancladas en la voluntad de Dios revelada en su Santa Palabra, porque el ambiente espiritual de nuestra cultura está cambiando muy rápido para mal. El tiempo que está por delante vamos a necesitar ahondar en nuestra vida espiritual para estar firmes, con vigor y con gozo en medio de esta sociedad cambiante y completamente desnortada. Vamos a ver en este texto cuatro bendiciones que atañen a cada cristiano, da igual que sea joven o anciano, maduro o nuevo en el Señor. 2ª Pedro 1:10.