DE LA FE A LA FE

– Vida en su Nombre 14 –

Tras su paso por Samaria Jesús y sus discípulos continúan su camino hacia Galilea. Al llegar a Caná le salió al encuentro un oficial del rey que tenía su hijo gravemente enfermo. Desesperado este hombre de la corte le rogó a Jesús que fuese con él a su casa y sanase a su hijo que estaba a punto de morir. En esta ocasión Jesús nos vuelve a sorprender con un comportamiento completamente inesperado. Decide no ir a la casa del enfermo, y simplemente le dice a aquel padre atribulado unas palabras. “Ve, tu hijo vive”. Y aquel hombre nos da aquí una lección de lo que es la auténtica fe. No pidió más, no rogó más, no suplicó más, sencillamente creyó la Palabra de Jesús y se marchó hacia su casa. Tal y como Jesús dijo, así ocurrió. El muchacho comenzó a recuperarse en el mismo momento en que Jesús pronunció las palabras. Juan 4:43-54.

ALZAD LOS OJOS

Cuando los discípulos vuelven de Sicar con la comida, se encuentran a Jesús hablando con una mujer samaritana. La sorpresa inicial por tan inusual proceder de Jesús da paso a una mayor extrañeza cuando comprueban que Jesús se niega a comer. Los discípulos no comprenden al Maestro y muestran su inmadurez y su falta de visión espiritual en todo este asunto. La misma inmadurez y falta de visión espiritual que experimentamos aquellos que nos identificamos como discípulos de Jesús en muchas ocasiones. En cambio, es de admirar la sencillez, la humildad y la pronta disposición de los samaritanos hacia Jesús cuando le rogaron que se quedase con ellos. Nosotros podemos pensar que aquellos que nos rodean aun no están listos para recibir el Evangelio y al Señor del Evangelio, pero Jesús nos dice como entonces “Alzad vuestros ojos y mirad que los campos están listos para la cosecha.” Juan 4:1-42.

SI TÚ SUPIERAS…

Hoy la Palabra nos lleva al capítulo cuatro de Juan. Allí asistimos al encuentro de dos personas sedientas. Ambas tienen sed física, pero mucho más importante, tienen una profunda sed espiritual. Por un lado la samaritana busca algo que sacie su sed interna de felicidad, de realización, de paz, de significado. Por otro está Jesús, cuya sed por cumplir con la voluntad del Padre le ha llevado hasta Sicar, un remoto lugar de Samaria aparentemente olvidado de Dios. Escucha con atención la profunda conversación que se entabla entre estas dos personas sedientas de muy distintas cosas. Si miras sincera y genuinamente en lo más profundo de tu corazón, encontrarás esa misma sed que vemos en la samaritana. Y si abres bien tus oídos y tu corazón, también podrás encontrar el manantial de agua viva que ella encontró aquella gloriosa tarde. Juan 4:1-29.

¡QUE ÉL CREZCA!

Los discípulos de Juan el Bautista informan a este de que el pueblo se está yendo con Jesús y que sus seguidores van en aumento, mientras que los del Bautista disminuyen cada día. Esto los llena de perplejidad y piensan que la obra de Dios se está dividiendo y, por lo tanto, temen que se malogre. Sin embargo, Juan demuestra tener una visión muy distinta a la de sus discípulos y les asegura que es todo lo contrario a lo que ellos piensan. Lo justo, lo correcto, lo que Dios espera es precisamente lo que está ocurriendo, que la popularidad de Jesús crezca, mientras que la suya mengüe. Y es que Juan tiene muy clara cuál es su identidad, cuál es su labor y cuál es el lugar que debe tener Jesús en el crecimiento y desarrollo del Reino de Dios. En lugar de entristecerse por estas noticias, Juan se alegra porque su fe está correctamente depositada en la voluntad de Dios. Juan comprende que su tiempo se acaba y obedientemente se echa a un lado, para que sea Jesús quien brille y quien reciba todo el honor. Así precisamente es como debe ser. Juan 3:22-36.

PORQUE DE TAL MANERA AMÓ DIOS…

– Vida en su Nombre 10 –

Seguimos hoy analizando la conversación que Jesús mantuvo con Nicodemo. El Señor fue directo al asunto que más le interesaba por el propio bien del fariseo. Arremetió contra Nicodemo dándole un hachazo en el centro de su mentalidad de fariseo. Nadie ha subido al cielo para después contarnos lo que hay allí, lo que es aquello y cómo es Dios. Nadie puede dar un testimonio fidedigno de lo que es y cómo llegar al Reino de Dios, sino aquel que descendió de allí, que está aquí, pero también allí. La conversación se va poniendo cada vez más interesante, aunque seguramente para quienes desconocen las Escrituras del Antiguo Testamento pueda parecer complicada o incluso críptica. Pero Jesús está siendo meridianamente claro y lleva a Nicodemo hasta los mismos pies de la cruz. Juan 3:7-21.

NACER DEL AGUA Y DEL ESPÍRITU

– Vida en su Nombre 9 –

El campeón de la religión llamado Nicodemo visita a Jesús y le reconoce que debe venir de Dios porque las señales que Él hace no pueden ser hechas sino por el poder de Dios. Inmediatamente Jesús va al grano y se adentra en una enigmática conversación con el maestro de los fariseos que lo deja completamente descolocado. ¿Qué es nacer de nuevo? ¿Qué es nacer del agua y del Espíritu? ¿Cómo se hace algo así? En la conversación que sigue Jesús hace referencia a varios pasajes del Antiguo Pacto que le muestran a Nicodemo que lo que Él trata de explicarle estaba ya anunciado de varias formas en los escritos de los profetas. Juan 3:1-15.

NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE

– Vida en su Nombre 8 –

El relato de Juan nos informa de que muchos creyeron en Jesús cuando vieron las muchas señales que hacía entre el pueblo. Pero también nos informa de que Jesús conocía lo que había en el corazón de aquellos que decían creer. Ante las evidencias, es fácil creer, pero la fe salvadora no es cualquier tipo de fe. Muchos, posiblemente la mayoría, se acercaban a Jesús por motivos egoístas. Su fe era interesada, superficial, débil, corta, espúrea, fe de un día. Jesús mismo nos advierte de esta supuesta fe con palabras muy duras, pero muy claras y reveladoras “apartaos de mí, nunca os conocí”. ¿Cómo es la auténtica fe? Juan 2:23-3:3.

EL TEMPLO DEFINITIVO

– Vida en su Nombre 7 –

Al principio de su ministerio Jesús visitó Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Entonces es cuando ocurre el hecho que hoy se relata en nuestro texto. Jesús, llevado por el celo de la casa de su Padre expulsa a los mercaderes y a los cambistas del patio de los gentiles que daba paso al templo. Este hecho de santa y justa indignación ha sido muy mal interpretado por algunos que no conocen bien a Dios ni su Palabra. Pero este incidente ya fue anunciado tanto en los Salmos como en los profetas. Y nos revela algo muy necesario de recordar en nuestro tiempo. Dios no es sólo amor, también es Santo, Santo, Santo. No podemos divorciar al Dios de la Biblia de su perfecta justicia y santidad, porque entonces estaremos haciendo una burda caricatura del Dios que vive en perfecta luz y pureza. Juan 2:13-22.

EL NOVIO DEL BUEN VINO

– Vida en su Nombre 6 –

Conocido como el primer milagro que Jesús realizó en su ministerio público, el agua convertida en vino nos muestra la abundancia de la gracia divina y la capacidad de Jesús para transformar lo ordinario en algo extraordinario. Pero además Juan establece un paralelismo entre la primera pareja que arruinó la relación con Dios, y esta boda en una aldea de Galilea cercana a la ciudad de Nazaret, donde Jesús se crió y vivió hasta los treinta años, en la que Jesús aparece para realizar una señal de un profundo calado y sentido espiritual. Juan 2:1-12.

SÍGUEME

Este es el quinto mensaje de la serie «Vida en su Nombre» basado en el Evangelio de Juan. Hoy el Señor le pregunta a algunos de sus discípulos, «¿qué buscáis?» y también nos lo pregunta a cada uno de nosotros. En el texto de hoy veremos que Jesús nos recibe, nos transforma, nos exige y a la vez se nos da durante todo este proceso. Juan 1:35-51.