HAY MÁS DE DIOS, PIDE MÁS

En el pasaje que analizamos hoy vemos a Jesús enseñando a sus discípulos a orar. De todos es bien conocido lo que se ha llamado el Padrenuestro, pero hoy nos enfocaremos más en el cómo que en el qué. Tras la oración modelo Jesús pone dos parábolas que explican cómo es la forma correcta de orar. La parábola del amigo inoportuno y la del niño que pide comida a su padre. En ellas encontramos valiosísimos consejos en cuanto a la manera correcta en la que debemos orar. Lucas 11:5-13.

BIENAVENTURADO EL QUE AMA LAS MORADAS DE DIOS

Los salmos han sido durante siglos el manantial del que han bebido innumerables hijos de Dios porque en ellos se expresan los más profundos anhelos del alma humana. Hoy analizamos el 84, un salmo del peregrino, que se solía entonar durante el viaje a Jerusalén para asistir a alguna de las festividades sagradas. Salmo 84.

ME SERÉIS TESTIGOS

Jesús encomendó a sus discípulos, y a nosotros con ellos, una misión que es fundamental. «Me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.» ¿Cómo puedo yo ser un testigo fiel? ¿Qué se espera de mí como testigo? ¿De qué tengo que testificar? ¿Y cómo debo hacerlo? Hechos 1.

COMO SER LLENOS DEL ESPÍRITU

Todos nos hemos preguntado alguna vez cómo ser llenos del Espíritu. Conocemos el mandato de las Escrituras: «sed llenos del Espíritu», pero posiblemente muchos no sepamos cómo obedecer este mandamiento. Hoy estudiaremos a la luz del mensaje de Pablo a los efesios como hacerlo y lo que muchas veces nos impide alcanzarlo. Efesios 5:18-21.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES PARA LA MISIÓN

Todos conocemos sobradamente el último y gran mandamiento que Jesús dejó a sus discípulos y que hemos venido en llamar «la gran Comisión». Fueron las últimas palabras de Jesús recogidas en los Evangelios y por ello mismo tienen una relevancia capital para cualquier cristiano. Hoy analizamos las motivaciones y razones que deben guiarnos e impulsarnos a la hora de llevar a cabo la importante tarea que el Señor encomendó a la Iglesia justo antes de su ascensión a los cielos. Mt. 28:16-20.

RESUCITADO: LIBRES DE INCREDULIDAD

Tras la muerte de Jesús, los discípulos estaban encerrados por miedo a los judíos. Temían a los hombres, a los sufrimientos, a la pérdida, a la vergüenza, al rechazo y en última instancia, a la muerte. Y es que la falta de fe se exterioriza en miedo. Un temor que nos lleva a huir y escondernos, como ellos hicieron. Juan 20:19.