ESTO SÉ, QUE DIOS ESTÁ POR MÍ

El rey David escribió este salmo en un momento de gran angustia y peligro. Él comienza este canto suplicando la misericordia de Dios porque se sabe en peligro de muerte. Y reconoce la realidad de ese peligro que lo intimida. Él no hace declaraciones positivas minimizando la realidad de su temor, ni lo real del peligro que lo acecha. David acepta las circunstancias duras y difíciles que está viviendo, pero enseguida levanta los ojos de su triste condición y acude con fe, con esperanza a aquel que lo puede sacar del temor en el que está viviendo. Sus palabras no dejan lugar a dudas, “Sé que Dios está por mí”. Esta declaración de fe ilumina todo el salmo y nos recuerda el amor incondicional de Dios por sus hijos. Salmo 56.

HICE PACTO CON MIS OJOS

Tras las acusaciones que le hacen sus amigos de falta de integridad y de haber pecado en oculto, Job defiende su inocencia en este capítulo 31. Para quienes nos conocemos bastante bien por el paso de los años, es muy evidente que la lujuria y la inmoralidad sexual comienzan por la vista. Por eso el mundo de la publicidad se esfuerza constantemente en mostrarnos cuerpos jóvenes y atractivos para vendernos sus productos. La sensualidad de nuestra carne nos conduce a la desobediencia, y esta a alejarnos de nuestro Hacedor. Este pasaje de la Escritura contiene valiosísimos consejos para vivir con limpia conciencia delante de Dios. Job 31:1-4.

JESÚS ES IMPARABLE

Hoy veremos tres hechos que vivieron los discípulos con Jesús. En cada uno de ellos podremos descubrir el arrollador poder del Señor que transformó la vida de los discípulos y que puede transformar también las nuestras si tenemos oídos atentos. Abramos nuestros corazones a la Palabra y dejemos que ésta nos inunde con su luz y con su poder. Jesús es imparable y le damos muchas gracias a Dios porque ningún obstáculo impedirá que su perfecta obra llegue a término. Lucas 8:22-37.

COMPLETAD MI GOZO

El apóstol Pablo escribe esta carta a los hermanos de la iglesia en Filipos desde la cárcel en Roma. Esta carta es conocida como «la carta del gozo», precisamente un gozo que no depende de las circunstancias que Pablo estaba experimentando en ese momento, porque él está cimentado en una realidad espiritual que domina toda su vida. Pablo se sabía a salvo en Cristo, algo que no cambia a pesar de los vaivenes de nuestro corazón inconstante. Su argumento aquí es que si hay alguna consolación en Cristo, eso nos debe conducir inexorablemente a vivir como es digno del Evangelio. Filipenses 2:1-11.

LEVANTÉMONOS Y EDIFIQUEMOS

¿Estamos trabajando para el avance del Reino de Dios en nuestra vida y en nuestro medio? Nehemías dice que cuando supo la situación en la que estaba viviendo su pueblo se sentó, lloró, ayunó y oró confesando el pecado de su pueblo y haciéndolo suyo. Nehemías no le echa la culpa a otros, ni a las circunstancias difíciles que estaban viviendo como pueblo sometido por una gran potencia. Él sabe que Dios es bueno y es justo, y por lo tanto, lo que están viviendo es solo el fruto amargo de lo que ellos mismos han sembrado. Nosotros también podemos hacer como hacía el pueblo, cerrar los ojos a la realidad y acostumbrarnos a vivir entre escombros. Pero el ejemplo de Nehemías nos debería impulsar a tomar la iniciativa y comenzar a reedificar todo aquello que esté derribado en nuestras vidas, por su puesto, con la guía y dirección del Espíritu Santo. Nehemías 2:17-20.

TODAS LAS COSAS NOS AYUDAN PARA BIEN

El texto que hoy analizamos es muy conocido y muy utilizado en todo el mundo evangélico. Pero, ¿conocemos y vivimos todo lo que el mismo significa? En él se encuentra insertada una de las mayores promesas de la Palabra de Dios para su pueblo. Una que puede librarnos y revolucionar nuestra vida para los días que están en el porvenir. Hay una verdad muy clara en las Escrituras y es esta: nadie puede frustrar los planes del Señor: “Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.” (Sal. 135:6). Dios está usando su poder y su sabiduría para que todo lo que sucede obre para el bien de su pueblo escogido.
Romanos 8:28.

PERDONADOS PARA PERDONAR

La parábola del siervo que no perdonó encierra importantísimas lecciones que hoy analizamos con el estudio de este pasaje bíblico. El perdón es una de las mayores bendiciones que recibimos de Dios, pero Jesús nos enseñó con esta historia que no solo debemos estar abiertos a recibir el perdón de Dios, sino que una muestra evidente de haberlo recibido es el que nosotros también extendamos nuestro perdón a aquellos que nos han dañado. Aquí se establece una relación tanto vertical (de Dios hacia nosotros), como horizontal (de nosotros hacia nuestro prójimo).
Mateo 18:28-31.

JESÚS DE NAZARET

Pedro y Juan van juntos a la oración en el templo y al llegar ven a un discapacitado a la puerta mendigando. El Espíritu Santo impulsa a Pedro a decirle al necesitado “en el nombre de Jesús de Nazaret, levántate y anda” y el prodigio se realiza. El hombre que había estado impedido durante años se levanta, camina y hasta salta de alegría al comprobar el milagro hecho realidad. Más tarde Pedro es interrogado por las autoridades religiosas sobre con qué autoridad hace tales prodigios. Él entonces aprovecha la ocasión para hablar con denuedo y valentía la Palabra de Dios a las autoridades. Porque el Evangelio debe llegar a todos, aunque no todos responderán al mismo. Él hizo lo que tenía que hacer. ¿Y tú, das testimonio de Jesús? Hechos 4:5-7

NO IGNORAMOS SUS MAQUINACIONES

Cada hijo de Dios sabe que cuando decide vivir en obediencia a la Palabra comienza una batalla. Así fue la experiencia que vivió el pueblo de Dios cuando regresaron del cautiverio en Babilonia. Jerusalén estaba destruida, el templo derribado y las murallas demolidas. Tenían una obra ingente por delante y en el preciso instante en que comenzaron a reconstruir la muralla, el enemigo comenzó su estrategia para hacerlos desistir de su obra. Hoy veremos cuatro métodos que el enemigo de nuestras almas usa para destruir nuestra fe, pero nosotros no ignoramos sus maquinaciones. Nehemías 2, 4 y 6.

TE INVITO

Terminamos un año que ha sido difícil para casi todo el mundo. Las circunstancias duras que hemos vivido a raíz de la pandemia del coronavirus nos han puesto a prueba desde principios de año. En el pasaje de hoy escuchamos la voz de Dios que nos invita, nos llama, nos convida. Una invitación a aquellos que están sedientos, necesitados, y lo saben. Ven a Jesús, toma agua, leche y vino para saciar tu necesidad de significado, de plenitud, de auténtica y verdadera vida. Isaías 55:1-3.