LA CONTIENDA POR LA FE 4

Cuando una iglesia no combate con ardor por la pureza de la doctrina y por la pureza de su testimonio, en muy poco tiempo esa iglesia habrá perdido por completo su capacidad de ser sal y luz, y por lo tanto, habrá dejado de ser una auténtica iglesia en el sentido bíblico de la misma. Siempre tenemos y tendremos la necesidad de estar combatiendo por la pureza de la fe. Judas hace referencia al final del texto que estudiamos a tres grupos de personas en la iglesia. Hoy veremos cómo debemos relacionarnos con estos tres grupos de individuos. ¿Es la duda pecado? ¿Cómo debemos tratar con aquellos que ya han sido contaminados con falsas doctrinas? ¿Y con los contumaces que se han apartado de la pureza del Evangelio y están contaminando también a otros? ¿Está el amor reñido con la disciplina?
Judas 1:17-23

LA PRUEBA DE LA FE 2

Este libro nos descorre el velo para mostrarnos lo que ocurre en la esfera espiritual e invisible que afecta de manera personal y directa nuestro cotidiano vivir. Como hijos de Dios no deberíamos ignorar que el mundo físico y espiritual se solapan y se influyen mutuamente. Satanás afirma que la devoción de Job no es íntegra ni honesta, pero además se atreve a insinuar que Dios mismo tampoco actúa de manera honrada y desinteresada, pues busca que Job le pague con su adoración. Así el enemigo pretende reducir la relación de Dios con los seres humanos a un mero intercambio mercantil. Job 1:6-2:10

DELANTE DE DIOS

El rechazo al Dios Creador que se produce en el corazón pecador nos conduce irremisiblemente a la impiedad y ésta nos lleva a la injusticia. Por eso no es de extrañar la corrupción que impera hoy día en la mayor parte de las sociedades, que en su inmensa mayoría le han dado la espalda a Dios. El apóstol Pablo lo vio muy claramente ya en el siglo I de nuestra era. Y es que el corazón humano sigue teniendo hoy las mismas carencias y necesidades que hace dos mil años. Romanos 1:18-32.