¡ÁNIMO! CONSTRUYES MÁS DE LO QUE CREES

El profeta Hageo nos hace un llamado a meditar, a reflexionar, a analizar nuestro corazón y nuestras prioridades delante de Dios. Hoy la Iglesia, al igual que antaño el pueblo de Dios tras el regreso del cautiverio en Babilonia, vive atareada con muchas labores y con muchas distracciones. La familia, el trabajo, la salud, el tiempo de ocio y muchas otras tareas nos distraen y captan nuestra atención desviándola de lo más importante. Así es fácil caer en el desánimo cuando miramos el fruto de nuestro esfuerzo en favor de la obra del Señor. Hoy el Señor nos dice, ¡ánimo! Todo trabajo hecho para el Señor tiene fruto y tendrá su recompensa. Hageo 2:1-9.

JESÚS ES IMPARABLE

Hoy veremos tres hechos que vivieron los discípulos con Jesús. En cada uno de ellos podremos descubrir el arrollador poder del Señor que transformó la vida de los discípulos y que puede transformar también las nuestras si tenemos oídos atentos. Abramos nuestros corazones a la Palabra y dejemos que ésta nos inunde con su luz y con su poder. Jesús es imparable y le damos muchas gracias a Dios porque ningún obstáculo impedirá que su perfecta obra llegue a término. Lucas 8:22-37.

PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS

Serie de mensajes basados en el capítulo 12 de la carta a los Hebreos por el pastor Aitor Vergara durante el Retiro anual de la Iglesia Evangélica Bautista de Córdoba, España. 28 y 29 de mayo 2023.

LA CLAVE DEL CORAZÓN RENDIDO

La experiencia cristiana es como una lámina tridimensional. Te asomas a ellas y ves algo que pensabas que no estaba pero está. Si te acercas de manera ocasional y miras, ves el ancho y el largo pero no ves la profundidad. Pero si te acercas con algo más de pausa y te detienes, llega un momento en que lo ves y aparece la emoción, el asombro. En la vida cristiana pasa eso mismo. En nuestro texto Jesús está enseñando y los líderes religiosos reconocen que es un hombre de letras a pesar de no haber estudiado. Jesús dice que cuando Él habla no es un mero discurso religioso sino que su mensaje viene del Padre, su mensaje es tridimensional, Él trae realidades celestiales, les trae a Dios, es Dios presente, sus palabras son espíritu y son vida, traen esperanza, rompen cadenas, desatan una fiesta interior en el ser humano, inspiran cánticos en la noche. Juan 7:14-17.

UNA ORACIÓN POR AVIVAMIENTO

El profeta Isaías hace, en el pasaje que hoy abordamos, una honesta, sincera y transparente confesión de pecado. Isaías reconoce que Israel está en ruinas y no es culpa de Dios. Él es bueno, salió en ayuda de los que le tenían en cuenta. Si hoy el pueblo sufre, no es por culpa de Dios, porque Él bendice a los que le buscan, Él bendice a los que andan delante de Él. Dios quiere bendecir, hacer proezas. Si Jerusalén está en ruinas es porque el pueblo no se ha acordado de Dios, porque no se han alegrado en sus misericordias. Si hoy estamos con un corazón reseco no es culpa de Dios sino nuestra. Por eso la actitud correcta delante de Dios es reconocer clara, abierta y sinceramente nuestra falta de celo, nuestra frialdad y apatía. Si así lo hacemos pronto comprobaremos que Dios atiende al humilde. Isaías 64:4-7.

NO HAGAS CONCESIONES

El periodo histórico que relata el libro de los Jueces es uno de los más difíciles de la historia del pueblo de Dios. Una vez muertos Moisés y Josué el pueblo vive una época de profunda decadencia moral y espiritual. Pero no habían llegado a esta lamentable situación de manera brusca, sino más bien fue algo gradual, que se fue produciendo poco a poco, de manera casi imperceptible. Le reprochan a Dios que está muy lejos de ellos y que sus enemigos los saquean y humillan continuamente. Pero, ¿era Dios el culpable de su decadente situación? ¿Qué importantes y relevantes lecciones tiene este periodo histórico para nosotros hoy? Jueces 2:11-23.

LA CONTIENDA POR LA FE 3

En este tercer mensaje de esta serie hoy analizaremos la tercera exhortación que nos hace Judas en nuestra batalla por la fe. La esperanza, de la que se nos habla aquí, es esa virtud sobrenatural que el Espíritu Santo implanta en el corazón por la cual el cristiano aguarda todo lo bueno de la promesa que todavía no ha recibido en plenitud. La esperanza cristiana no es el simple deseo de que algo bueno suceda, no es pensar en algo positivo. La esperanza está preñada de certeza, es la fe mirando por la ventana con anhelo, con confianza, con una paciencia firme. La vida cristiana está configurada para ser vivida en la espera del día en que nuestro Señor nos conceda, en su misericordia, la plena posesión de las bendiciones que Dios ha preparado para los que aman.
Judas 1:3-4; 17-23

COMPLETAD MI GOZO

El apóstol Pablo escribe esta carta a los hermanos de la iglesia en Filipos desde la cárcel en Roma. Esta carta es conocida como «la carta del gozo», precisamente un gozo que no depende de las circunstancias que Pablo estaba experimentando en ese momento, porque él está cimentado en una realidad espiritual que domina toda su vida. Pablo se sabía a salvo en Cristo, algo que no cambia a pesar de los vaivenes de nuestro corazón inconstante. Su argumento aquí es que si hay alguna consolación en Cristo, eso nos debe conducir inexorablemente a vivir como es digno del Evangelio. Filipenses 2:1-11.

¡OBEDECE!

La santidad es el «medio ambiente natural» de Dios, por eso todo auténtido hijo/a de Dios desea purificarse de todo lo pecaminoso. Un cristiano sano busca de manera natural crecer en la semejanza de Cristo y sabe que la obediencia es el único camino para alcanzarla. Hoy entramos a considerar un asunto que recorre todas las páginas de la Biblia y que es fundamental para una correcta comprensión de la fe cristiana. Se trata de la autoridad, porque finalmente, toda autoridad ha sido establecida por Dios mismo. Su Reino domina sobre todos los demás reinos y Él establece delegados con una autoridad parcial dentro de cada ámbito de la sociedad. Sea este el gobierno de una nación, el gobierno de una iglesia local o el gobierno de una familia. Romanos 13:1-2.

REEDIFICAD LA CASA

En un tiempo en el que el pueblo de Dios estaba muy atareado con sus labores, como lo estamos también nosotros hoy en día, Dios les envía un mensaje urgente por medio del profeta Hageo. A pesar de todo su trabajo y esfuerzo, el pueblo vive en la indigencia y Dios los llama a considerar sus caminos. Además les revela que es Él mismo quien les ha traído la ruina y la necesidad en la que están mal viviendo. ¿Se ha convertido Dios de pronto en el mayor enemigo de su propio pueblo? Ni mucho menos, pero a veces el Señor tiene que quitarnos hasta lo más necesario para que reaccionemos y nos demos cuenta de nuestro propio desvarío. ¿Qué implica olvidarse de la casa del Señor? Hageo 1.