UNA ORACIÓN POR AVIVAMIENTO

El profeta Isaías hace, en el pasaje que hoy abordamos, una honesta, sincera y transparente confesión de pecado. Isaías reconoce que Israel está en ruinas y no es culpa de Dios. Él es bueno, salió en ayuda de los que le tenían en cuenta. Si hoy el pueblo sufre, no es por culpa de Dios, porque Él bendice a los que le buscan, Él bendice a los que andan delante de Él. Dios quiere bendecir, hacer proezas. Si Jerusalén está en ruinas es porque el pueblo no se ha acordado de Dios, porque no se han alegrado en sus misericordias. Si hoy estamos con un corazón reseco no es culpa de Dios sino nuestra. Por eso la actitud correcta delante de Dios es reconocer clara, abierta y sinceramente nuestra falta de celo, nuestra frialdad y apatía. Si así lo hacemos pronto comprobaremos que Dios atiende al humilde. Isaías 64:4-7.

NO HAGAS CONCESIONES

El periodo histórico que relata el libro de los Jueces es uno de los más difíciles de la historia del pueblo de Dios. Una vez muertos Moisés y Josué el pueblo vive una época de profunda decadencia moral y espiritual. Pero no habían llegado a esta lamentable situación de manera brusca, sino más bien fue algo gradual, que se fue produciendo poco a poco, de manera casi imperceptible. Le reprochan a Dios que está muy lejos de ellos y que sus enemigos los saquean y humillan continuamente. Pero, ¿era Dios el culpable de su decadente situación? ¿Qué importantes y relevantes lecciones tiene este periodo histórico para nosotros hoy? Jueces 2:11-23.

LA CONTIENDA POR LA FE 3

En este tercer mensaje de esta serie hoy analizaremos la tercera exhortación que nos hace Judas en nuestra batalla por la fe. La esperanza, de la que se nos habla aquí, es esa virtud sobrenatural que el Espíritu Santo implanta en el corazón por la cual el cristiano aguarda todo lo bueno de la promesa que todavía no ha recibido en plenitud. La esperanza cristiana no es el simple deseo de que algo bueno suceda, no es pensar en algo positivo. La esperanza está preñada de certeza, es la fe mirando por la ventana con anhelo, con confianza, con una paciencia firme. La vida cristiana está configurada para ser vivida en la espera del día en que nuestro Señor nos conceda, en su misericordia, la plena posesión de las bendiciones que Dios ha preparado para los que aman.
Judas 1:3-4; 17-23

COMPLETAD MI GOZO

El apóstol Pablo escribe esta carta a los hermanos de la iglesia en Filipos desde la cárcel en Roma. Esta carta es conocida como «la carta del gozo», precisamente un gozo que no depende de las circunstancias que Pablo estaba experimentando en ese momento, porque él está cimentado en una realidad espiritual que domina toda su vida. Pablo se sabía a salvo en Cristo, algo que no cambia a pesar de los vaivenes de nuestro corazón inconstante. Su argumento aquí es que si hay alguna consolación en Cristo, eso nos debe conducir inexorablemente a vivir como es digno del Evangelio. Filipenses 2:1-11.

¡OBEDECE!

La santidad es el «medio ambiente natural» de Dios, por eso todo auténtido hijo/a de Dios desea purificarse de todo lo pecaminoso. Un cristiano sano busca de manera natural crecer en la semejanza de Cristo y sabe que la obediencia es el único camino para alcanzarla. Hoy entramos a considerar un asunto que recorre todas las páginas de la Biblia y que es fundamental para una correcta comprensión de la fe cristiana. Se trata de la autoridad, porque finalmente, toda autoridad ha sido establecida por Dios mismo. Su Reino domina sobre todos los demás reinos y Él establece delegados con una autoridad parcial dentro de cada ámbito de la sociedad. Sea este el gobierno de una nación, el gobierno de una iglesia local o el gobierno de una familia. Romanos 13:1-2.

REEDIFICAD LA CASA

En un tiempo en el que el pueblo de Dios estaba muy atareado con sus labores, como lo estamos también nosotros hoy en día, Dios les envía un mensaje urgente por medio del profeta Hageo. A pesar de todo su trabajo y esfuerzo, el pueblo vive en la indigencia y Dios los llama a considerar sus caminos. Además les revela que es Él mismo quien les ha traído la ruina y la necesidad en la que están mal viviendo. ¿Se ha convertido Dios de pronto en el mayor enemigo de su propio pueblo? Ni mucho menos, pero a veces el Señor tiene que quitarnos hasta lo más necesario para que reaccionemos y nos demos cuenta de nuestro propio desvarío. ¿Qué implica olvidarse de la casa del Señor? Hageo 1.

LEVANTÉMONOS Y EDIFIQUEMOS

¿Estamos trabajando para el avance del Reino de Dios en nuestra vida y en nuestro medio? Nehemías dice que cuando supo la situación en la que estaba viviendo su pueblo se sentó, lloró, ayunó y oró confesando el pecado de su pueblo y haciéndolo suyo. Nehemías no le echa la culpa a otros, ni a las circunstancias difíciles que estaban viviendo como pueblo sometido por una gran potencia. Él sabe que Dios es bueno y es justo, y por lo tanto, lo que están viviendo es solo el fruto amargo de lo que ellos mismos han sembrado. Nosotros también podemos hacer como hacía el pueblo, cerrar los ojos a la realidad y acostumbrarnos a vivir entre escombros. Pero el ejemplo de Nehemías nos debería impulsar a tomar la iniciativa y comenzar a reedificar todo aquello que esté derribado en nuestras vidas, por su puesto, con la guía y dirección del Espíritu Santo. Nehemías 2:17-20.

SABER ESTAR

En este pasaje de las Escrituras el apóstol Pablo nos deja entrever tres deseos para saber estar en sintonía con Dios dondequiera que nos encontremos. Sea cual sea la situación que estemos viviendo porque el Evangelio es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree. Pablo desea ardientemente visitar a los hermanos en Roma para enriquecerlos en la fe y a la vez, para ser él también enriquecido por la fe de ellos. El anhelo de Pablo, y el nuestro también debería ser, es el presentar a Dios unas manos llenas de fruto para su gloria.
Romanos 1:8-13

LA CARRERA DE LA FE

Esta carta fue dirigida a hermanos judíos que había abrazado la fe, y al hacer esto la vida se les complicó. Comenzaron a sufrir rechazo y persecución. Ante esto, algunos estaban siendo tentados a volver a su antigua vida en el judaísmo y abandonar la fe de Cristo. El escrito les exhorta a que se ubiquen. Cristo es superior a todo, lo que Él ha ganado para su pueblo es mayor. Los anima a mirar más allá, la vida cristiana va de la eternidad no de un rato. Hoy, en nuestro contexto, no estamos siendo perseguidos, podemos sufrir el rechazo y la burla de los demás, pero poco más. Pero sí somos tentados fuertemente, el enemigo quiere distraernos para que vivamos una vida cristiana superficial, sin complicarnos. Así, vamos cediendo a sus mentiras y sufrimos las consecuencias.
Hebreos 12:1-3

MUERTOS AL PECADO, VIVOS PARA DIOS

Hay una versión aguada, descafeinada del Evangelio, de una gracia barata, diluida y completamente falta de poder. En el pasaje en el que hoy meditamos aparece una solemne verdad que es el corazón mismo del Evangelio: Jesús mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz. El Justo, el Impecable murió, pero además también vivió por nosotros, cumpliendo así con toda justicia las demandas de la Ley divina. Pero además también nos enseña que el pecado no nos dominará más. ¿Tienes un deseo sincero de ser santo, de obedecer perfectamente al Padre en todo? El Evangelio no solo nos declara justos, sino que también pretende hacernos justos.
1 Pedro 2:24-25