LA CONTIENDA POR LA FE 3

En este tercer mensaje de esta serie hoy analizaremos la tercera exhortación que nos hace Judas en nuestra batalla por la fe. La esperanza, de la que se nos habla aquí, es esa virtud sobrenatural que el Espíritu Santo implanta en el corazón por la cual el cristiano aguarda todo lo bueno de la promesa que todavía no ha recibido en plenitud. La esperanza cristiana no es el simple deseo de que algo bueno suceda, no es pensar en algo positivo. La esperanza está preñada de certeza, es la fe mirando por la ventana con anhelo, con confianza, con una paciencia firme. La vida cristiana está configurada para ser vivida en la espera del día en que nuestro Señor nos conceda, en su misericordia, la plena posesión de las bendiciones que Dios ha preparado para los que aman.
Judas 1:3-4; 17-23

ME GLORÍO EN MI DEBILIDAD

Vivimos en un mundo exhibicionista, en el que todos muestran su mejor perfil, sus logros. Las redes sociales son un escaparate ideal para el «postureo» y la vanagloria. No importa tanto el ser como el parecer, el aparentar. Hemos creado una cultura del envoltorio, en la que el interior no tiene ninguna importancia. En la iglesia de Corinto había algunos que también estaban poniendo el foco en sí mismos, en su elocuente discurso o en sus dones espectaculares. Con ello pretendían despreciar y desprestigiar al apóstol Pablo y sin darse cuenta, estaban también desprestigiando el Evangelio de Jesucristo. 2 Corintios 12:1-10.

COMPLETAD MI GOZO

El apóstol Pablo escribe esta carta a los hermanos de la iglesia en Filipos desde la cárcel en Roma. Esta carta es conocida como «la carta del gozo», precisamente un gozo que no depende de las circunstancias que Pablo estaba experimentando en ese momento, porque él está cimentado en una realidad espiritual que domina toda su vida. Pablo se sabía a salvo en Cristo, algo que no cambia a pesar de los vaivenes de nuestro corazón inconstante. Su argumento aquí es que si hay alguna consolación en Cristo, eso nos debe conducir inexorablemente a vivir como es digno del Evangelio. Filipenses 2:1-11.

DAME SABIDURÍA

Vivimos en un mundo totalmente desnortado que camina acelerada y descuidadamente hacia su propia destrucción. Como creyentes necesitamos abundancia de sabiduría para vivir de manera correcta (como Dios manda) en este mundo caótico. Pero, ¿qué es la sabiduría? Fuimos creados con un fin, una meta, un propósito y no podemos ser felices ni alcanzar la plenitud si nos desviamos de ese fin para el cual estamos diseñados.
Santiago 1:2-5

EL COSTO DE SEGUIR A CRISTO

Tres son las respuestas que Jesús da en este pasaje a aquellos que quieren seguirle. Si las leemos fuera de su contexto nos pueden parecer muy radicales y hasta extremas, pero Jesús tiene una buena razón para responder así. Él no ponía las cosas fáciles a quienes mostraban interés en ser sus discípulos, más bien todo lo contrario. La pregunta fundamental que debemos plantearnos seriamente es la siguiente. ¿Por qué buscamos a Jesús? ¿Cuáles son las auténticas y reales motivaciones para desear ser un discípulo suyo? ¿Nos hemos detenido a considerar seriamente cuál es el costo de seguirle? Lucas 9:57-62.

MUERTOS AL PECADO, VIVOS PARA DIOS

Hay una versión aguada, descafeinada del Evangelio, de una gracia barata, diluida y completamente falta de poder. En el pasaje en el que hoy meditamos aparece una solemne verdad que es el corazón mismo del Evangelio: Jesús mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz. El Justo, el Impecable murió, pero además también vivió por nosotros, cumpliendo así con toda justicia las demandas de la Ley divina. Pero además también nos enseña que el pecado no nos dominará más. ¿Tienes un deseo sincero de ser santo, de obedecer perfectamente al Padre en todo? El Evangelio no solo nos declara justos, sino que también pretende hacernos justos.
1 Pedro 2:24-25

EL SEÑOR PRESIDE EN LA TORMENTA

Este conocido pasaje en el cual los discípulos viven una experiencia traumática encierra varias verdades aplicables a nuestras circunstancias actuales. Todos, más tarde o más temprano, vamos a pasar por tormentas, tal vez no físicas, pero sí del alma. Todos experimentaremos momentos de dolor, pérdida, enfermedad, sufrimiento y problemas que viviremos como auténticas tempestades. El mismo Jesús nos lo advierte en varias ocasiones. Por eso debemos estar muy atentos a estas verdades que nos ayudarán a superar esos terribles momentos mientras el Señor nos conduce a través del valle de la prueba.
Mateo 14:22-33

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 12 | Trigo y cizaña

El Reino de los cielos no es un accidente, es la expresión de un Dios lleno de amor que sale de sí mismo para compartir su alegría. El Reino de los cielos es la obra sobrenatural del Hijo de Dios que llegado el tiempo se hizo un hombre, para levantar una cosecha, un linaje, una nación al Padre, una novia para sí, un templo para el Espíritu, una Iglesia gloriosa sin mancha ni arruga. El Reino de los cielos es el sueño palpitante de Dios, es un campo que Él mismo ha sembrado y que Él mismo alimenta con el sol de sus cuidados, de su providencia y que Él mismo impulsa con el fuego inextinguible de sus deseos. En la parábola los siervos de este sembrador vienen a él y le preguntan: ¿No sembraste trigo? ¿Por qué hay cizaña? ¿De dónde sale la cizaña? Mateo 13:24-26.

FORTALEZA

Una de las virtudes que se requiere para vivir la hora presente es vigor, fortaleza del alma. Somos parte de una generación débil, blanda, acomodaticia, suave, un tanto mimada. Pero más concretamente somos parte de una cristiandad aburguesada, acomodada en la que no es común ver a alguien clamando, llorando y suspirando por las cumbres espirituales. En nuestro texto David dice que Dios lo fortaleció con vigor en su ser interior. Si tuvo que ser fortalecido es porque estaba débil. Su llamado era alto, pero su espíritu estaba vulnerable. No le faltaba conocimiento, sino ímpetu, fuerzas para ser santo. Hay así muchos en medio del pueblo de Dios. Personas que saben que hay una vida eterna, que es verdad, que hay un Dios que es amor y que nos invita, que Jesucristo basta, pero no terminan de lanzarse allí, se imaginan ascendiendo a nuevas cumbres en su relación con Dios pero les da pereza, desisten, les asusta la cuesta.
Salmo 138:3

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 11 | Amor audaz

Analizamos en esta ocasión la parábola de los talentos. Con ella aprendemos que la vida mientras el Señor viene no solo es espera, sino que requiere también un trabajo diligente. No es una espera estática sino activa. ¿Qué debemos hacer mientras esperamos? Descubriremos siete verdades acerca de los tres siervos que protagonizan esta parábola y que tienen el potencial de darle un giro a nuestra vida, de reorientarnos, de cambiarnos por completo.
Mateo 25:14-30