SIETE FRASES DE JESÚS EN LA CRUZ

Dicen que las últimas palabras de un moribundo son siempre trascendentales, y las del Hijo de Dios, por supuesto que lo fueron y por eso quedaron registradas en las Sagradas Escrituras. La manera como murió Jesús nos enseña cómo hemos de vivir la vida cristiana. Cada una de estas frases contiene una importante enseñanza para cada hijo de Dios, que nos muestran cómo pasar del reino del «yo» al Reino de Dios. Lucas 23 y Juan 19.

UNA ORACIÓN POR AVIVAMIENTO

El profeta Isaías hace, en el pasaje que hoy abordamos, una honesta, sincera y transparente confesión de pecado. Isaías reconoce que Israel está en ruinas y no es culpa de Dios. Él es bueno, salió en ayuda de los que le tenían en cuenta. Si hoy el pueblo sufre, no es por culpa de Dios, porque Él bendice a los que le buscan, Él bendice a los que andan delante de Él. Dios quiere bendecir, hacer proezas. Si Jerusalén está en ruinas es porque el pueblo no se ha acordado de Dios, porque no se han alegrado en sus misericordias. Si hoy estamos con un corazón reseco no es culpa de Dios sino nuestra. Por eso la actitud correcta delante de Dios es reconocer clara, abierta y sinceramente nuestra falta de celo, nuestra frialdad y apatía. Si así lo hacemos pronto comprobaremos que Dios atiende al humilde. Isaías 64:4-7.

LA CONTIENDA POR LA FE 6

Concluimos hoy esta serie de mensajes basados en la carta de Judas en la que se nos insta a luchar con valentía y tesón por la fe una vez dada a los creyentes. La doxología o palabras finales de esta carta constituyen un broche de oro a todos los consejos que se nos dan en la misma. Judas prorrumpe en una exaltada alabanza al único Dios verdadero en estas palabras finales y las precede con una promesa que llena su pecho y el nuestro de un profundo gozo y agradecimiento. Ese poderoso y único Dios puede y quiere guardarnos y preservarnos para que lleguemos hasta su presencia con gran alegría. ¡Bendito sea su glorioso Nombre! Judas 1:24-25.

LA CONTIENDA POR LA FE 4

Cuando una iglesia no combate con ardor por la pureza de la doctrina y por la pureza de su testimonio, en muy poco tiempo esa iglesia habrá perdido por completo su capacidad de ser sal y luz, y por lo tanto, habrá dejado de ser una auténtica iglesia en el sentido bíblico de la misma. Siempre tenemos y tendremos la necesidad de estar combatiendo por la pureza de la fe. Judas hace referencia al final del texto que estudiamos a tres grupos de personas en la iglesia. Hoy veremos cómo debemos relacionarnos con estos tres grupos de individuos. ¿Es la duda pecado? ¿Cómo debemos tratar con aquellos que ya han sido contaminados con falsas doctrinas? ¿Y con los contumaces que se han apartado de la pureza del Evangelio y están contaminando también a otros? ¿Está el amor reñido con la disciplina?
Judas 1:17-23

ME GLORÍO EN MI DEBILIDAD 2

Todos intentamos esconder nuestras debilidades y exaltar nuestras fortalezas reales o supuestas. El orgullo que alberga nuestra alma nos lleva a esta conducta que es totalmente contraria al espíritu cristiano. Pablo en cambio, es muy consciente de su debilidad y nos invita caminar en fe en nuestras debilidades. Él ha llegado a comprender que su debilidad es la plataforma desde la que se puede ver y experimentar más claramente la gracia y el poder de Dios. ¿Podemos también nosotros decir con él «cuando soy débil, entonces soy fuerte»? 2Corintios 12:7-10.