JESÚS, EL DESEADO DE LAS NACIONES

En el pasaje de la epístola a los filipenses que estudiamos hoy, podemos encontrar nuestra identidad como pueblo de Dios. Pablo nos hace dos llamados al principio del mismo: gozaos y guardaos. Desgraciadamente en el mundo globalizado en el que vivimos es muy fácil caer en manos de «malos obreros» o gente que enseña doctrinas totalmente apartadas de la pureza del Evangelio original. Dios, por boca del «apóstol a los gentiles» nos zarandea cariñosamente para recordarnos la importancia de permanecer en el único y verdadero Evangelio entregado por Jesús mismo a sus apóstoles. Filipenses 3:1-14.

LA CONTIENDA POR LA FE 5

En este nuevo mensaje basado en esta epístola descubrimos cuáles son los rasgos principales de los falsos maestros de los cuales nos previene Judas. Él los llama «soñadores» porque se imaginan que son unos súper apóstoles que han recibido una mayor y mejor revelación de Dios. Debemos aprender a reconocerlos porque, desgraciadamente, no solo existían en el tiempo en que Judas escribió esta carta, sino que también abundan hoy en día de muchas iglesias. Son alucinados que extravían a los más débiles en la fe. Aquí Judas los acusa de tres pecados: mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de los poderes superiores. Haríamos bien en estar preparados para enfrentar a estos falsos hermanos que se introducen en las iglesias. Judas 1:4-11.

GRACIA, FE Y SEGURIDAD

¿Qué ha hecho Dios para afirmar, asegurar, y garantizar la promesa de que su pueblo heredará la promesa hecha a Abraham y su descendencia? ¿Y cómo se alcanza esa promesa, es solo por fe? ¿Por qué Pablo insiste en este capítulo cuatro de Romanos en hablar de la «justicia de la fe»? ¿Entendemos bien hoy en día qué es la gracia y qué es la fe? Es más, ¿entendemos realmente la relación que existe entre fe y gracia? ¿Podemos estar seguros al 100% de que recibiremos aquello que Dios ha prometido a quienes tienen la fe de Abraham? Descubre hoy con nosotros guiados por el apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, la respuesta a estas preguntas.
Romanos 4:13-21

CRISTO, EL DIOS HOMBRE

Dentro de la fe cristiana hay un conjunto de creencias (doctrinas) que se consideran básicas y fundamentales para que esa fe sea realmente tenida por auténticamente cristiana. Hoy, de la mano de nuestro hermano Will Graham nos adentramos en una de esas doctrinas capitales de nuestra fe, la doctrina de Jesucristo, el Dios-Hombre. Ya en el siglo I fue atacada por varias corrientes de pensamiento y filosofías, especialmente desde el mundo helénico. El apóstol Juan escribió su primera epístola con la intención clara de refutar esas corrientes heréticas y dejar bien establecido quién es y cuál es la función de Jesús, la segunda Persona de la Trinidad que tomó cuerpo humano y vivió entre nosotros durante 33 años.
1 Juan 1:1-4