LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 12 | Trigo y cizaña

El Reino de los cielos no es un accidente, es la expresión de un Dios lleno de amor que sale de sí mismo para compartir su alegría. El Reino de los cielos es la obra sobrenatural del Hijo de Dios que llegado el tiempo se hizo un hombre, para levantar una cosecha, un linaje, una nación al Padre, una novia para sí, un templo para el Espíritu, una Iglesia gloriosa sin mancha ni arruga. El Reino de los cielos es el sueño palpitante de Dios, es un campo que Él mismo ha sembrado y que Él mismo alimenta con el sol de sus cuidados, de su providencia y que Él mismo impulsa con el fuego inextinguible de sus deseos. En la parábola los siervos de este sembrador vienen a él y le preguntan: ¿No sembraste trigo? ¿Por qué hay cizaña? ¿De dónde sale la cizaña? Mateo 13:24-26.

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 11 | Amor audaz

Analizamos en esta ocasión la parábola de los talentos. Con ella aprendemos que la vida mientras el Señor viene no solo es espera, sino que requiere también un trabajo diligente. No es una espera estática sino activa. ¿Qué debemos hacer mientras esperamos? Descubriremos siete verdades acerca de los tres siervos que protagonizan esta parábola y que tienen el potencial de darle un giro a nuestra vida, de reorientarnos, de cambiarnos por completo.
Mateo 25:14-30

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 10 | Perdón

La que es conocida como la Parábola de los dos deudores, debería más bien llamarse la Parábola del Señor misericordioso. Con ella Jesús le enseñó a Pedro, y a nosotros también, la grandeza del perdón que hemos recibido, de manera completamente inmerecida, por parte de Dios. Solo aquellos que comprenden la inmensidad insalvable de la deuda adquirida son los que pueden apreciar la desmesurada grandeza del perdón recibido. La revelación de tal verdad debería henchir nuestros pechos de gozo y de gratitud eternos, pero desafortunadamente muy a menudo perdemos de vista esta realidad del Reino.
Mateo 18:23-35.

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 9 | Projimidad

Hoy nos acercamos a una de las parábolas más conocidas de cuantas Jesús contó. Por eso mismo podemos pensar que esta ya la sabemos y dejar de prestar atención a la misma. Pero no te precipites, la Palabra de Dios tiene profundidades tanto de interpretación como de aplicación que nos sorprenden, los confrontan y nos humillan una y otra vez. Y eso no es malo, todo lo contrario, nos ayuda a tener una perspectiva bíblica de nosotros mismos y de aquellos que nos rodean. ¿Y qué es la «projimidad»? ¿De dónde ha salido esa palabra? Descúbrelo hoy con nosotros.
Lucas 10:25-37

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 8 | Astucia santa

La parábola del mayordomo sagaz puede ser muy fácilmente mal interpretada. Tiene que ver con el uso de los bienes materiales. Hay pocas cosas que muestren tan claramente el estado de nuestra alma como el manejo del dinero, de las posesiones. Los que piensan demasiado en lo terrenal, los que tienen su porción en esta vida, son sagaces. Se informan de pagas y ayudas, estudian, madrugan, trasnochan… Esto no es malo en sí mismo. Pero cuando la vida se vuelca en esas cosas, es porque vas con las luces cortas. Cuando las preocupaciones se reducen a qué comeremos, qué vestiremos, cuánto ganaremos, dónde iremos de vacaciones, … eso termina en tragedia. Eso es mundanalidad.
Lucas 16:1-13.

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 7 | El Tesoro

En la parábola que hoy exploramos tenemos a un hombre con una inclinación básica, natural, quiere ser feliz. Todo lo que hace lo hace para responder a ese apetito. Todos nosotros somos iguales que él. Todos anhelamos realización, plenitud, felicidad, y esto responde al diseño divino porque así hemos sido creados y eso es bueno. Al igual que un corcho, por naturaleza, no se sumerge en el agua, de la misma manera el ser humano no puede preferir la desdicha. Pero, ¿cómo podemos alcanzar esa felicidad tan deseada? ¿Dónde podemos saciar los deseos más nobles y profundos del alma humana?
Mateo 13:44.

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 6 | Fe en la tierra

En esta ocasión el énfasis de la parábola que analizamos es la necesidad de una fe militante, combativa, que se manifiesta en una oración constante y tenaz, que persevera hasta que la Estrella resplandeciente de la mañana sale. En esta parábola vamos a ver cuatro similitudes y cuatro contrastes entre la viuda y la Iglesia a la que representa. Lucas 18:1-3.

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 5 | Imprudencia fatal

Jesús destaca en esta parábola uno de los rasgos distintivos del Reino de los cielos: la vigilancia espiritual. Desde que nuestros padres, Adán y Eva, pecaron vivimos en la noche oscura, y el creyente es un centinela que espera al alba. “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.” En este versículo hay dos verdades fundamentales y un mandamiento que debemos cumplir. Descubre hoy con nosotros cuáles son y cómo debemos aplicarlas en nuestro diario caminar. Mateo 25:1-13

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 4 | Convite

Nos acercamos hoy a una parábola que encierra varias verdades esenciales para comprender el funcionamiento del Reino de los cielos. El Rey nos invita al mayor y más espléndido convite que jamás podremos disfrutar. Su único y amado Hijo se casa y el Rey quiere compartir su alegría con una muchedumbre incontable. La invitación se extiende a muchísimas personas, algunas más cercanas y otras más lejanas; algunas de alta alcurnia, muchos del pueblo llano y muchísimos parias, desheredados, enfermos, caídos, pobres y necesitados. Son una multitud ingente la que recibe la invitación, sin embargo no todos disfrutarán de este inmerecido y fastuoso convite. ¿Por qué? Descúbrelo hoy con nosotros en este mensaje.
Mateo 22: 1-14

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 3 | Fiesta

“Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: …” Lucas 15

Hoy entramos a considerar un grupo de tres parábolas en las que Jesús nos muestra las entrañas de Dios el Padre. Con estas tres historias Jesús nos enseña el rasgo más hermoso del Reino de los cielos. Dios quiera que hoy seamos todos heridos por el fulgor de la belleza del Señor.