SOMOS LUZ ¡ALUMBREMOS!

Hoy estudiamos un pasaje de las Escrituras muy conocido. Se trata de la introducción al famoso Sermón del monte. En él se describen cómo son los ciudadanos del Reino de Dios y lo que se espera de ellos. Descubriremos las ocho características que adornan a estos embajadores del Reino. Y haremos un especial énfasis en el llamado que Jesús nos hace en esta porción de su Palabra a cada ciudadano de ese Reino. Mateo 5:11-16.

EL COSTO DE SEGUIR A CRISTO

Tres son las respuestas que Jesús da en este pasaje a aquellos que quieren seguirle. Si las leemos fuera de su contexto nos pueden parecer muy radicales y hasta extremas, pero Jesús tiene una buena razón para responder así. Él no ponía las cosas fáciles a quienes mostraban interés en ser sus discípulos, más bien todo lo contrario. La pregunta fundamental que debemos plantearnos seriamente es la siguiente. ¿Por qué buscamos a Jesús? ¿Cuáles son las auténticas y reales motivaciones para desear ser un discípulo suyo? ¿Nos hemos detenido a considerar seriamente cuál es el costo de seguirle? Lucas 9:57-62.

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 12 | Trigo y cizaña

El Reino de los cielos no es un accidente, es la expresión de un Dios lleno de amor que sale de sí mismo para compartir su alegría. El Reino de los cielos es la obra sobrenatural del Hijo de Dios que llegado el tiempo se hizo un hombre, para levantar una cosecha, un linaje, una nación al Padre, una novia para sí, un templo para el Espíritu, una Iglesia gloriosa sin mancha ni arruga. El Reino de los cielos es el sueño palpitante de Dios, es un campo que Él mismo ha sembrado y que Él mismo alimenta con el sol de sus cuidados, de su providencia y que Él mismo impulsa con el fuego inextinguible de sus deseos. En la parábola los siervos de este sembrador vienen a él y le preguntan: ¿No sembraste trigo? ¿Por qué hay cizaña? ¿De dónde sale la cizaña? Mateo 13:24-26.

LA ESPERANZA DE NUESTRA HERENCIA

29En medio de la adversidad, las pruebas y la enfermedad es fácil que bajemos la mirada de nuestro Señor a las circunstancias, a lo que nos rodea y así perdamos la perspectiva divina y desesperemos. Pedro escribe su primera carta a una iglesia que está siendo perseguida a causa de su fe. Han tenido que salir de su país, de su tierra (son expatriados) y están dispersos por diferentes lugares. Pueden ser extraños en este mundo, pueden ser rechazados, perseguidos y expatriados, pero hay un lugar al que pertenecen, y hay un mundo en el que encajan. Además hay una herencia que recibirán y en ella estará todo lo que Dios les ha prometido y provisto en Cristo. ¿Cuál es esa herencia? ¿Cuál fue el motivo por el cual Dios los salvó? ¿Por qué les dio esa herencia?
1 Pedro 1:3-5

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 3 | Fiesta

“Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: …” Lucas 15

Hoy entramos a considerar un grupo de tres parábolas en las que Jesús nos muestra las entrañas de Dios el Padre. Con estas tres historias Jesús nos enseña el rasgo más hermoso del Reino de los cielos. Dios quiera que hoy seamos todos heridos por el fulgor de la belleza del Señor.

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 2 | El desarrollo del Reino

“Decía además: Así es el Reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado. Decía también: ¿A qué haremos semejante el Reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos? Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra.”
Marcos 4:26-32

El énfasis la semana pasada en la parábola de los terrenos fue la responsabilidad que tenemos de oír, de cómo oímos. Hoy, el énfasis está en la soberanía, la gracia, el poder de Dios. Hay que aclarar que cuando hablamos del desarrollo o crecimiento del Reino de Dios nos referimos tanto al proyecto de Dios de redención en las naciones (macro) como al proyecto de Dios en el alma de cada creyente (micro). Vamos a considerar hoy tres grandes verdades del desarrollo del Reino que esperamos que sean un soplo de libertad que barran ansiedades y desánimos.

EL REY ANTE PILATO

Jesús es «juzgado» de forma irregular y completamente ilegal por las autoridades religiosas de Israel con un veredicto que ya estaba prefijado de antemano. Después lo llevan ante la autoridad civil que representa al Imperio, el gobernador Poncio Pilato, para conseguir completar sus propósitos de condenar a Jesús a la pena capital. Analizamos la breve conversación que Jesús mantuvo con Pilato y nos adentraremos en varios aspectos del Reino del que Jesús afirmaba que era suyo. Juan 18:28-40.