LA CONTIENDA POR LA FE 3

En este tercer mensaje de esta serie hoy analizaremos la tercera exhortación que nos hace Judas en nuestra batalla por la fe. La esperanza, de la que se nos habla aquí, es esa virtud sobrenatural que el Espíritu Santo implanta en el corazón por la cual el cristiano aguarda todo lo bueno de la promesa que todavía no ha recibido en plenitud. La esperanza cristiana no es el simple deseo de que algo bueno suceda, no es pensar en algo positivo. La esperanza está preñada de certeza, es la fe mirando por la ventana con anhelo, con confianza, con una paciencia firme. La vida cristiana está configurada para ser vivida en la espera del día en que nuestro Señor nos conceda, en su misericordia, la plena posesión de las bendiciones que Dios ha preparado para los que aman.
Judas 1:3-4; 17-23

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 12 | Trigo y cizaña

El Reino de los cielos no es un accidente, es la expresión de un Dios lleno de amor que sale de sí mismo para compartir su alegría. El Reino de los cielos es la obra sobrenatural del Hijo de Dios que llegado el tiempo se hizo un hombre, para levantar una cosecha, un linaje, una nación al Padre, una novia para sí, un templo para el Espíritu, una Iglesia gloriosa sin mancha ni arruga. El Reino de los cielos es el sueño palpitante de Dios, es un campo que Él mismo ha sembrado y que Él mismo alimenta con el sol de sus cuidados, de su providencia y que Él mismo impulsa con el fuego inextinguible de sus deseos. En la parábola los siervos de este sembrador vienen a él y le preguntan: ¿No sembraste trigo? ¿Por qué hay cizaña? ¿De dónde sale la cizaña? Mateo 13:24-26.