LA CONTIENDA POR LA FE 6

Concluimos hoy esta serie de mensajes basados en la carta de Judas en la que se nos insta a luchar con valentía y tesón por la fe una vez dada a los creyentes. La doxología o palabras finales de esta carta constituyen un broche de oro a todos los consejos que se nos dan en la misma. Judas prorrumpe en una exaltada alabanza al único Dios verdadero en estas palabras finales y las precede con una promesa que llena su pecho y el nuestro de un profundo gozo y agradecimiento. Ese poderoso y único Dios puede y quiere guardarnos y preservarnos para que lleguemos hasta su presencia con gran alegría. ¡Bendito sea su glorioso Nombre! Judas 1:24-25.

COMPLETAD MI GOZO

El apóstol Pablo escribe esta carta a los hermanos de la iglesia en Filipos desde la cárcel en Roma. Esta carta es conocida como «la carta del gozo», precisamente un gozo que no depende de las circunstancias que Pablo estaba experimentando en ese momento, porque él está cimentado en una realidad espiritual que domina toda su vida. Pablo se sabía a salvo en Cristo, algo que no cambia a pesar de los vaivenes de nuestro corazón inconstante. Su argumento aquí es que si hay alguna consolación en Cristo, eso nos debe conducir inexorablemente a vivir como es digno del Evangelio. Filipenses 2:1-11.

GRACIA, FE Y SEGURIDAD

¿Qué ha hecho Dios para afirmar, asegurar, y garantizar la promesa de que su pueblo heredará la promesa hecha a Abraham y su descendencia? ¿Y cómo se alcanza esa promesa, es solo por fe? ¿Por qué Pablo insiste en este capítulo cuatro de Romanos en hablar de la «justicia de la fe»? ¿Entendemos bien hoy en día qué es la gracia y qué es la fe? Es más, ¿entendemos realmente la relación que existe entre fe y gracia? ¿Podemos estar seguros al 100% de que recibiremos aquello que Dios ha prometido a quienes tienen la fe de Abraham? Descubre hoy con nosotros guiados por el apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, la respuesta a estas preguntas.
Romanos 4:13-21

LAS PARÁBOLAS Y EL MISTERIO DEL REINO 13 | Ricos para con Dios

Mientras que Jesús hablaba los misterios del Reino de Dios se acerca un hombre que le pide que le diga a su hermano que le entregue lo que le pertenece de la herencia paterna. Tal como este hombre buscó a Jesús para que le diese lo que le correspondía, muchos hoy se acercan a Jesús solo para Él les dé lo que creen que pueden necesitar. A pesar de ser una petición completamente fuera de lugar, Jesús no rechaza a este hombre, sino que enseguida se lanza a salvarlo del engaño de las riquezas. ¿Qué es la vida, en qué consiste tener auténtica y verdadera vida? ¿Dónde encontramos nuestra seguridad y descanso? ¿Cuál es el mayor anhelo de nuestra alma?
Lucas 12:13-21