EL TEMPLO DEFINITIVO

– Vida en su Nombre 7 –

Al principio de su ministerio Jesús visitó Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Entonces es cuando ocurre el hecho que hoy se relata en nuestro texto. Jesús, llevado por el celo de la casa de su Padre expulsa a los mercaderes y a los cambistas del patio de los gentiles que daba paso al templo. Este hecho de santa y justa indignación ha sido muy mal interpretado por algunos que no conocen bien a Dios ni su Palabra. Pero este incidente ya fue anunciado tanto en los Salmos como en los profetas. Y nos revela algo muy necesario de recordar en nuestro tiempo. Dios no es sólo amor, también es Santo, Santo, Santo. No podemos divorciar al Dios de la Biblia de su perfecta justicia y santidad, porque entonces estaremos haciendo una burda caricatura del Dios que vive en perfecta luz y pureza. Juan 2:13-22.

UN CORAZÓN CONTRITO

El dolor tiene una función fundamental en nuestro organismo. Nos avisa de que algo está mal, hay algún daño o algo nos está atacando. Lo que se aplica al cuerpo, también se aplica al alma. Un dolor emocional o anímico también nos está avisando de una agresión. Pero a veces estamos recibiendo o infligiendo algún tipo de daño y no sentimos dolor. Pudiera ser que estemos anestesiados física, psíquica, emocional o espiritualmente. Pudiera ser que estemos endurecidos, insensibilizados, adormecidos, y aquí hay un terrible peligro. Salomón nos previene contra este tipo de endurecimiento que pudiera provocar nuestra mayor ruina. 1 Reyes 8:33-34

EN EL PRINCIPIO 14 | NUESTRA MISERIA FRENTE A SU GRACIA

Tras acabar con la vida de su hermano de forma cobarde y calculada, Caín recibe la dura sentencia de Dios por su grave pecado. Pero en lugar de aceptar y acatar con humildad el justo y misericordioso juicio de Dios, Caín se queja de la dureza del mismo. No obstante, Dios vuelve a prolongar su paciencia y su misericordia sobre Caín y sobre su descendencia dotándolos de dones y talentos que les permiten desarrollar la civilización a pasos agigantados. Así Dios se nos revela una y otra vez como el Dios de las segundas oportunidades. Génesis 4:13-26.

EN EL PRINCIPIO 10 | LA CAÍDA 3

Nuestros primeros padres decidieron coser hojas de higuera para intentar tapar su desnudez. En lugar de confesar su pecado, prefirieron cubrir la miseria de su alma con inútiles harapos que solo les cubrían de vanagloria. De esta triste manera la culpa y la vergüenza dieron paso a la discordia culpándose unos a otros. Pero la justa indignación de Dios demandaba una compensación. En nuestro pasaje de hoy vemos la gloria de dos atributos de Dios que se complementan y no se contradicen en absoluto; su misericordia compasiva y su implacable severidad. Génesis 3:8-24.